12 de Julio de 2018 - 22:29

Brasil: Nace el partido del "Lava Jato",­ con comisarios en contra de Lula

Se presentarán para defender los postulados del proceso que procesó y condenó a importantes personajes de la vida política y empresarial, incluido a Lula

Un grupo de policías federales se presentará en las elecciones de octubre próximo en Brasil con el propósito de ocupar espacios en el Congreso para defender la lucha contra la corrupción y formar una suerte de "partido" en condiciones de blindar la causa Lava Jato.

Al menos 13 comisarios de la policía federal expresaron su intención de postularse a cargos legislativos en los comicios del 7 de octubre para defender los postulados del proceso Lava Jato que procesó y condenó a importantes personajes de la vida política y empresarial, incluido el ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva. Dos comisarios serán candidatos al Senado federal, siete a la Cámara de Diputados nacional y cuatro a las asambleas legislativas estaduales.

La megacausa Lava Jato, iniciada en marzo de 2014 por el juez federal de Curitiba Sergio Moro, tuvo desdoblamientos en una decena de países de América latina y salpicó a varios ex presidentes de la región.

La presentación de la campaña Los Brasileños Quieren Cambio, organizada por la Asociación de Comisarios de la Policía Federal, tuvo lugar en la sureña ciudad de Curitiba. Los trece comisarios participarán en las elecciones por diversas agrupaciones partidarias, pero todos identificados con el ideario de Lava Jato. Ese ideario se identifica con un combate intransigente a la corrupción y el compromiso de "blindar" a ese proceso judicial ante lo que se entiende como amenazas de grupos que quieren hacerlo naufragar.

Uno de los líderes es el comisario y actual diputado Fernando Fransischini, que fue uno de los más activos defensores de un proyecto presentado el año pasado para agravar las penas por delitos de corrupción, y también del juez Moro, que suele ser cuestionado en el Parlamento.

Lula da Silva, preso por corrupción desde abril, se libró ayer de una de las siete causas que tiene pendientes al ser absuelto del cargo de obstrucción a la justicia. El juez Ricardo Leite, del décimo Tribunal Federal de Brasilia, consideró que no existen pruebas en este caso. Los cargos habían sido formulados sobre la base de declaraciones del ex senador Delcídio do Amaral, del mismo Partido de los Trabajadores (PT) fundado por Lula, y sostenían que el ex presidente había ordenado sobornar a un antiguo director de Petrobras que ayudó a la Justicia a desvelar los escándalos en la petrolera.

Pese a la buena noticia, Lula aún tiene un largo camino por delante en los tribunales, en los que, además de intentar revertir en instancias superiores el fallo que lo tiene en prisión por recibir de una empresa un departamento en San Pablo, enfrenta otras seis causas penales.

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