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El submarino "ARA San Juan" habría implosionado tras sufrir desperfectos durante varias horas y los 44 tripulantes tuvieron una larga agonía, según constaría en un informe preliminar de la comisión investigadora que fue difundido por la prensa pero desmentido por el Ministerio de Defensa.

El Ministerio encabezado por Oscar Aguad informó este viernes en un comunicado que la comisión "aún no concluyó su informe y en los análisis preliminares no se hace referencia alguna a que los 44 tripulantes hayan agonizado". "Por el momento, los especialistas encargados de la investigación a requerimiento del ministerio no finalizaron su informe. Por tal motivo, los datos y conclusiones a los que arribe la comisión creada con el sólo fin de llegar a la verdad de lo sucedido serán dados a conocer una vez que el informe esté finalizado", indicó el comunicado.

En el informe preliminar se indica que todo comenzó con un incendio en el tanque de baterías ubicado en la proa, por lo que el incidente habría sido provocado por la entrada de agua a través del snorkel. El borrador del informe final, que será entregado a fin de mes al ministro Aguad, sugiere que el temporal del 14 de noviembre, un día antes de la desaparición, era desde el sudoeste, por lo que el submarino en superficie debía navegar hacia el noreste para que las olas vinieran de popa y afectaran menos la navegación.

El incendio habría obligado a que el ARA San Juan saliera a superficie, de noche, y en medio de una tormenta. Controlar ese incidente, sacar el humo y el hidrógeno podría haber llevado horas, en la oscuridad y con un clima muy complicado.

Según indica el reporte, cuando se logró controlar (aunque sea de forma parcial) la situación, se decidió ir a inmersión con intención de navegar hacia Mar del Plata y seguir trabajando en las reparaciones. En algún momento se habría reavivado el incendio o comenzado uno nuevo.

Otra vez a oscuras y con la tripulación cansada por el arduo trabajo momentos antes, una nueva explosión podría haber generado descontrol. Ante esa situación, se perdió o se vio afectado el "sistema de gobierno" de la embarcación, que se habría ido hasta el fondo.

Para los expertos que integran la comisión ad honorem, y siempre según el informe publicado, la explosión que se detectó, en realidad fue una implosión y el abollamiento del casco por la presión del agua. Los submarinistas "no hubieran corrido el riesgo de salir a navegar en inmersión en Ushuaia con invitados y autoridades si hubiera existido la posibilidad de algún accidente o evidenciar alguna falla".

Es por esto que descartaron como causal del hundimiento fallas de mantenimiento o de la reparación de media vida. Ademas, desestimaron la hipótesis que haya sido embestido por otro barco estando en superficie. Si eso hubiese ocurrido, se habría hundido la otra nave en lugar del submarino, ya que el casco es muy duro para soportar grandes presiones de agua y explosiones durante una eventual guerra. Claro está, que de haber sucedido eso, habrían aparecido elementos del barco en la superficie del mar.

La tercera opción que habría sido descartada fue que el ARA San Juan haya sido torpedeado por otro barco o submarino, determinaron que no se registró ninguna explosión equivalente y recordaron que la Armada hizo en diciembre último una prueba con explosivos similares a un torpedo.

Todas estas teorías estarían en el informe preliminar que busca encontrar respuestas a uno de los acontecimientos que más impactó a la sociedad argentina.