14 de Febrero de 2018 - 20:52

El Gobierno y un mensaje al mercado: hasta el 21 el dólar cotizará cerca de $ 20

La movilización que planea realizar un sector del sindicalismo liderado por Hugo Moyano asociado a sectores del kirchnerismo y de movimientos sociales afines pondrá a prueba la fortaleza política y económica de la administración de Mauricio Macri. El desafío es seguido atentamente por los operadores del mercado financiero que tienen su mirada puesta en la cuestión interna y en la externa donde se monitorea el comportamiento de los directivos, recientemente asumidos, de la Reserva Federal estadounidense. 

Por Antonio D'Eramo

Dos datos claves existieron en la primera jornada de esta semana corta, muy corta. El primero el cierre de la cotización del mercado cambiario donde la divisa que importa, el dólar, cerró en su punta vendedora en torno de los $ 20,22 para la venta según el promedio que realiza el Banco Central (BCRA), cayendo 13 centavos, con respecto al viernes pasado. El segundo apunte que tomaron nota los hombres de negocios de la "city" fue el valor de la tasa de referencia local. El directorio del Banco Central, máxima autoridad monetaria, decidió imponer un freno a la carrera bajista de la tasa de interés, iniciada el pasado 9 de enero, y decidió mantenerla en el 27,25 %. Según explicó el directorio que preside el economista Federico Sturzenegger, lo hizo porque no observa que la evolución de los precios le permita aflojar la política monetaria, tomando nota del incremento del costo de vida,  y teme que se desate una corrida hacia el dólar por parte de los inversores y ahorristas.

Esta última medida, más allá del combate a la inflación anunciada por Sturzenegger, viene a reforzar la tendencia y la opinión, de los que sostienen, en el mercado financiero, que la administración de Mauricio Macri no quiere que la variable dólar se salga de los carriles en el corto plazo y, mucho menos, ante el desafío sindical del próximo 21 de febrero donde se pedirá que el gobierno nacional de un giro de 180 grados a su política macroeconómica.

En definitiva el 21 de febrero se pondrá en el escenario dos modelos económicos disímiles y antagónicos, pelea que estará sazonada con las innumerables causas por corrupción que comenzaron a caer sobre la familia Moyano. Los hombres de negocios de la Argentina y del exterior estarán atentos al resultado de la pulseada que puede definir el rumbo del país en los próximos años. 

El gobierno había dado señales de su accionar para esta semana el pasado viernes 9. Esa jornada, en la cual la divisa estadounidense se mostró en franco ascenso en las pizarras y muchos analistas especularon con la posibilidad de que termine cotizando por encima de los 21 $ por unidad o más, el Banco de la Nación salió a jugar fuerte y vendió 400 millones de dólares en un solo día, para aplacar los ánimos de los inversores y ahorristas y dar una señal de quien manda en la pequeña plaza financiera local.

El miércoles 14, no fue necesaria una intervención fuerte de la banca pública, alcanzó con el flujo de ingresos de divisas que desarticuló la presión sobre el dólar.  En la "city" había unanimidad de comentarios al sostener que "la mejora en el flujo de ingresos desarticuló la presión sobre el dólar que caracterizó el fin de la semana último y permitió que su cotización se alejara de los máximos históricos".

"Después de todo, hay que señalar que esta cotización de estas jornadas con un clima internacional inquietante, por la suba de la tasa que rinde el bono a 10 años de la Reserva Federal, que oscila entre los 19 y los 21 pesos por dólar, es la misma cotización de principios de 2016 cuando el gobierno liberó el cepo cambiario", analizó Andrés Ferrari de Fundecos. El nerviosismo se extiende no sólo por las consecuencias de las decisiones de la nueva conducción de la Reserva estadounidense sino también por el enfrentamiento político entre el gobierno de Cambiemos y el clan Moyano. 

¿Porqué tanto interés en la puja entre Macri y Moyano entre los empresarios y financistas? quiso saber Minuto de Cierre, a lo que se respondió, "después del 21 comienzan las arduas reuniones por paritarias, y allí se pondrá en juego el control del gobierno para domar la inflación. Una derrota de Moyano puede convertir, las reuniones por paritarias, en mucho más amables para las metas oficiales". Después de todo, no hay que olvidar que son las paritarias, uno de los pocos sostenes "reales" de los sindicalistas con sus bases. En las reuniones por paritarias se analiza el aumento del costo de vida. Si no hubiera inflación o fuera relativamente baja el poder simbólico y real de los sindicalistas bajaría de valor tanto como los australes en la última etapa del gobierno de Raúl Alfonsín.

 

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