07 de Noviembre de 2018 - 01:58

Elecciones en EE.UU.: Los republicanos mantienen el poder del Senado

Dividido y polarizado como pocas veces en su historia, los Estados Unidos han votado por un Congreso con la mayor participación de mujeres en su historia, y una sostenida diversidad racial y religiosa.

Con algunas bancas todavía por determinar tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, la suerte y el futuro legislativo de los Estados Unidos tuvo en la medianoche de ayer sus confirmaciones.

Tras ocho años de mayoría republicana, el Partido Demócrata ha recuperado el control de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, minando así el margen de maniobra para el segundo tramo de la administración Trump.

Los demócratas podrán trabar la aprobación de leyes dispuestas desde el ejecutivo, así como impulsar sus propios proyectos legislativos, aunque los mismos terminen en una suerte de parálisis con el Senado rojo.

No obstante esta avanzada, lo cierto es que este partido no ha podido llevar la ola azul al Senado donde la superioridad todavía es republicana. ¿Qué implica esto? Que con el Senado fuera de alcance demócrata, Trump tiene asegurada su inmunidad ante un eventual juicio político.

Con la ola MeToo como bandera y ante un presidente acusado de abuso y marcadamente sexista, el movimiento feminista ha podido comenzar a capitalizar su lucha en las urnas.

Con algunos de los resultados por confirmar, la noticia es que el Capitolio norteamericano tendrá el mayor número de congresistas mujeres de su historia.

De igual manera, el primer gobernador abiertamente homosexual, Jared Polis, resultó electo en Colorado, Alexandria Ocasio-Cortez, de Nueva York, con 29 años, se convirtió en la mujer más joven elegida en la Cámara de Representantes; y tanto Rashida Tlaibcomo Ilhan Oma resultaron las primeras mujeres musulmanas en ingresar a la Cámara de Representantes.

Comienza una etapa de incertidumbre pero también de continuidades. Las controvertidas aspiraciones y promesas trumpistas (levantar un muro con México para frenar la inmigración o la liquidación de la reforma sanitaria de Barack Obama por caso) quedarán seriamente limitadas.

Como todo desde la llegada de Trump a la presidencia, estas han sido unas elecciones distintas a las habituales. Los resultados ofrecen argumentos a favor y en contra según quien sea consultado. No hubo una revolución Trump ni una ola demócrata arrasadora

Hay corrientes progresistas y feministas como ortodoxas y de establishment. Será tiempo de observar y analizar el devenir en la convivencia legislativa y política de un país que, ya sea por deseo o necesidad, se ha transformado en uno de los principales socios de la Argentina. 

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