20 de Octubre de 2018 - 02:25

La UCR ratificó su apoyo a Macri, pero solicitó salir de la agenda del ajuste

Alfredo Cornejo renovó el apoyo de la UCR al Gobierno. Aunque no se privó de ventilar sus críticas viscerales cuando -a puertas cerradas- cerró la cumbre partidaria que convocó en un hotel porteño.

Ante un centenar de autoridades y legisladores de todo el país, el jefe del Comité Nacional afirmó que “Macri desprecia la política y por lo tanto a un partido como el radicalismo” y dijo que “hay que ayudarlo a que cambie esa visión de la política”.

Fue en el marco de un debate que osciló entre la necesidad del radicalismo de recuperar protagonismo en vísperas del año electoral y la oportunidad de incidir más en las decisiones de la gestión presidencial, como contrapeso de los desplantes de Elisa Carrió.

“Ratificamos nuestra pertenencia a Cambiemos como fuerza política llegada a transformar y garantizar el cambio”, sostiene el texto consensuado, que a renglón seguido advierte: “Necesitamos salir de la agenda del ajuste y orientar la acción hacia el progreso y el desarrollo con inclusión”. Más tarde, en conferencia de prensa, el gobernador de Mendoza tradujo el espíritu de ese párrafo, alegando que “hubo errores en la política económica, no hemos podido controlar la inflación ni lograr el equilibrio fiscal, pero no hemos defeccionado en muchos temas”.

“Responsabilidad, compromiso y transformación”, es el título del documento que Cornejo redactó con asistencia del jujeño Gerardo Morales, número dos del partido, y el tucumano José Cano, secretario general. “Los radicales no creemos en soluciones mágicas y no cedemos a la demagogia de las respuestas fáciles o los señalamientos ligeros; aportamos y practicamos lo que entendemos puede contribuir con el Gobierno y con la sociedad”, indica el texto, con insidimulada intención de diferenciarse tanto de Carrió como de las distintas versiones del PJ.

Allí también se destacaron los “aportes” partidarios, como la propuesta de transferir al Estado las cuotas extra de gas y el proyecto para que los jueces paguen Ganancias.

En el Hotel Presidente se agolparon los tres mandatarios radicales (Cornejo, Morales y el correntino Gustavo Valdés); los intendentes de Córdoba, Ramón Mestre, y de Santa Fe, José Corral (ambos pidieron una autocrítica de la actitud del partido frente a la falta de consulta del Gobierno), además de los jefes parlamentarios Mario Negri y Luis Naidenoff y el titular de la Convención Nacional, Jorge Sappia, quien exigió el llamado a ese cuerpo para volver a debatir la política de alianzas. Otras figuras presentes fueron Jesús Rodríguez, Rafael Pascual, Miguel Giubergia, Silvia Elías y Lilita Puig, el jefe porteño, Guillermo de Maya, y Josefina Mendoza, presidenta de la FUA.

No se mencionó el domingo “negro” en Olivos, cuando fracasó el desembarco radical en el Gobierno con tres ministros. Pero se discutió sobre la estrategia para 2019. Las decisiones a nivel nacional quedaron para más adelante y se acordó que a gobernador “donde el radicalismo tenga una figura de peso el PRO deberá encolumnarse y donde la marca Cambiemos sea más importante se resolverá por consenso.

Lo que no estaba en agenda fue la pelea a los gritos entre Morales y De Maya porque el jujeño criticó la independencia de Martín Lousteau, referente de la UCR porteña. El ex ministro K llegó al final y captó todas las miradas.

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