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Por Antonio D'Eramo

El crecimiento industrial continúa siendo desparejo según los expertos del sector. Esto sucede porque la mejora de la economía se siente principalmente en las ciudades del interior relacionadas con la actividad agropecuaria y no tanto en el Conurbano bonaerense donde se producen bienes textiles, entre otros.  La industria creció en datos de mayo y junio de manera oficial, según difundió el INDEC,  y eso se sintió en Córdoba y Santa Fe, donde está el núcleo de la fabricación de maquinaria agrícola, la metalmecánica proveedora de los proyectos de energía. Pero en cambio en el Gran Buenos Aires donde están asentadas las fábricas de calzado, las textiles, las metalmecánicas chicas, aún falta que llegue la reactivación. Un buen indicador para observar es la capacidad ociosa de las instalaciones que en los últimos meses ha mejorado sus registros.

La producción manufacturera registró en junio un crecimiento del 6,4 %, informó hoy el Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA). En el informe, la central fabril señaló que "sin embargo, producto de la caída de la industria durante los primeros cuatro meses, el primer semestre de 2017 cerró con una caída acumulada del 0,6 %. En la medición desestacionalizada, la producción industrial de junio presentó un alza del 1,7% respecto a mayo". 

Según el informe de la entidad fabril el crecimiento del junio estuvo impulsado fundamentalmente por los sectores de producción de sustancias y productos químicos (+21%), explicado por el incremento en la producción de agroquímicos y fertilizantes por la mayor disponibilidad de gas y una baja base de comparación, minerales no metálicos (+16,7%) y automotor (+9,2%). Según la UIA, "los datos preliminares de la producción industrial de julio continúan manteniendo la misma tendencia", destacándose al respecto los despachos de cemento, que crecieron 18,8 % en términos interanuales, así como los materiales para la construcción (+23,7%). A su vez, la producción automotriz creció (+1,2%) siendo el tercer mes de recuperación luego de un trimestre de contracción.

Pero el primer semestre no fue alentador por el mal comienzo del año que venía con el arrastre de la recesión de 2016. Con relación a los resultados del primer semestre, la contracción de la actividad fue del 0,6 % y mostró heterogeneidades al interior de la industria, ya que de los doce bloques industriales de análisis, cuatro mostraron subas y ocho mostraron bajas. Entre los sectores que experimentaron bajas entre enero y junio se destacaron el textil y papel y cartón, y en menor medida la producción automotriz (-2,1%), la metalmecánica (-2,2%) y el bloque de edición e impresión (-3,5%).