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El Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM) elevará al Ministerio de Producción y a la Secretaria de Industria de la Nación un análisis realizado sobre las pequeñas y medianas empresas, que reclaman reclaman que se acelere la reforma tributaria, que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, prometió para el próximo año, pasadas las elecciones de medio término.

El sondeo se realizó sobre 386 PyMEs industriales y de servicios ubicadas en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense y determinó que la totalidad de las consultadas “exigen una reforma tributaria e impositiva global para poder seguir funcionando”.

También piden la reducción de los costos laborales no salariales y el fomento de las PyMEs para ser integradas a la cadena de valor. "La mayoría ve con buenos ojos una posible integración con las grandes compañías”, apuntó el informe de INDECOM.

“Los altos impuestos regresivos, los ingresos brutos en cascada, la carga tributaria del 50% sobre los salarios más bajos, inclusive sobre los pagos no productivos (ausentismo, feriados, vacaciones); el 15% de ausentismo promedio, las ART, los costos de gestión bancaria y de tarjetas de crédito desmedidos, la judicialización conflictiva de las relaciones laborales y la alta concentración de los insumos sensibles son los principales factores que restan competitividad”, precisaron las pequeñas y medianas empresas. "El impuesto más distorsivo es el de Ingresos Brutos porque tiene un efecto cascada sobre los insumos, dado que cada uno de los artículos que componen la materia prima para elaborar un producto ya viene con ese impuesto, a lo cual se le agrega lo que le pone el productor, con lo cual se paga hasta cinco veces el mismo tributo y se pierde competitividad”, apuntaron.

 "Actualmente, la composición del costo, por ejemplo, de una lata de tomate tiene un 40 % de impuesto. Las bebidas alcohólicas revisten un 55 % de esas cargas, donde se incluyen impuestos nacionales, provinciales y municipales”, ejemplificó el informe.

Las PyMEs también reclaman medidas para impulsar la integración en la cadena de producción de las grandes empresas. "Si las pymes gozan de beneficios tributarios y sobre los costos laborales, a las grandes superficies de producción les va a convenir sumar a las pymes a su cadena de valor, en lugar de concretar esa tarea en sus propias plantas de producción. Una gran compañía tendría mil compañías satélites que trabajarían para ella, independientemente de que esas pymes elaboren también sus propios productos", apuntó el informe de INDECOM.