25 de Julio de 2017 - 20:20

"Nada de lo que se hizo en Brasil es adaptable a la Argentina sin un consenso"

 

Por Antonio D'Eramo

En el "gigante" del Mercosur, Brasil, su presidente, Michel Temer, acosado en varios frentes políticos internos, firmó la reglamentación de la ley que implementa profundas reformas laborales que han sido criticadas por amplios sectores gremiales y políticos de ese país. En Argentina, funcionarios, analistas, empresarios y sindicalistas, tomaron notas de los principales puntos de la reforma por el impacto que podría tener en nuestro país y por la influencia que ejercerá en los planes futuros para reformar el mercado laboral argentino.

Hasta hoy el paradigma del cambio laboral de la administración Macri es el que el gobierno ha alcanzado en el yacimiento gasífero Vaca Muerta en la provincia de Neuquén entre las empresas de hidrocarburos y el gremio de trabajadores petroleros.

Pero repasemos lo que se reglamentó el pasado jueves en Brasilia para conocer los puntos salientes de las nuevas reglas de juego laborales en ese país. Entre las modificaciones más importantes se establece que los acuerdos a los que lleguen empresas y trabajadores prevalecerán sobre la ley en aspectos como fijación de vacaciones, flexibilización de la jornada laboral, participación en el lucro y los resultados, descanso para el almuerzo, estructuras de cargos y salarios y banco de horas. prevé igualmente la posibilidad de dividir las vacaciones hasta en tres periodos y autoriza la "jornada intermitente", con el pago de salarios sobre una base horaria o por jornada, y no mensual. En otros apartados, la normativa regula el trabajo desde casa y ofrece hasta la posibilidad de negociar el horario de almuerzo.

Estos son algunos de los puntos más polémicos que están siendo rechazados por una gran mayoría de la opinión pública de Brasil. En Casa Rosada el ministro de trabajo, Jorge Triaca, sostuvo que: "nada de lo que hoy esta en agenda en Brasil puede salir en Argentina sin consenso".

Una declaración interesante que apunta a una mesa de diálogo con sindicalistas y empresarios en medio de una refriega electoral que parece profundizar la brecha política. Triaca sabe que lo que sucede en Brasil impacta en Argentina. Un resfrío allí es una gripe aquí. Y sobre este punto sostuvo: "es una ley que ha afectado el clima de la región pero hay que verlo en términos operativos. Hay que esperar como funciona, ver cuales son los alcances. Y, nosotros como país vecino y socio, deberemos ver que medidas tomamos para cuidar el trabajo argentino y generar nuevas oportunidades. Por ello, estoy convencido, que la dirigencia empresarial y sindical tienen la madurez suficiente para entender que lo tenemos que debatir en una mesa para defendernos de situaciones y para aprovechar las circunstancias y favorecer a los argentinos".

Consultado acerca de la posibilidad de recrear un consenso que parece congelado tras la deserción de los representantes sindicales de la mesa de diálogo en respuesta a los despidos efectuados por los empresarios, el ministro de la cartera laboral, dijo: "para nosotros el consenso es el gran valor, la creación de un gran espacio común donde podamos resolverlo entre todos los argentinos y así lo vamos a seguir haciendo. Yo tengo un diálogo habitual con los sindicalistas, puedo decirle que es un diálogo de mucho respeto y madurez con puntos de vista donde coincidimos y otros donde hay diferencias pero eso no significa que no podamos generar una agenda en común".

 

 

 

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