28 de Abril de 2017 - 21:55

Brasil: la primera huelga general contra las reformas laborales de Temer

La primera huelga general en dos décadas paralizó hoy a Brasil , con algunos focos de violencia, en rechazo al gobierno del presidente Michel Temer y sus propuestas de reforma laboral y del sistema jubilatorio, en una reacción que se apoya en la escasa popularidad del mandatario.

La primera huelga general en dos décadas paralizó a Brasil. La protesta ocurre en medio del rechazo al gobierno del presidente Michel Temer y sus propuestas de reforma laboral y del sistema jubilatorio. En algunas ciudades se registraron serios incidentes entre la Policía y manifestantes.

Si bien el Gobierno de Brasil calificó la movilización como un "fracaso" porque la protesta estuvo apoyada en el piquete de rutas y avenidas, hubo represión de la policía a bloqueos de calles en San Pablo, Río de Janeiro y Goiania.

En San Pablo se reportaron 13 detenidos mientras que en Río de Janeiro manifestantes violentos que no participaban de las columnas sindicales bloquearon las calles del centro frente a la Asamblea Legislattiva e hicieron barricadas con fuego, al tiempo que fueron reprimidos con gases lacrimógenos y camiones hidrantes.

Los principales sindicatos del país, metalúrgicos, bancarios, transportes, empleados públicos, docentes y petroleros fueron los que protagonizaron la primera huelga general desde 1996, convocados por las nueve centrales sindicales, incluidas las oficialistas.
La protesta fue más allá que el ya clásico y desgastado "Fuera Temer", debido a que incluyó a sectores directamente afectados por las reformas, como los pequeños comerciantes, los docentes de la red privada y colegios religiosos y el respaldo de gran parte de los obispos de la conferencia episcopal brasileña. 

Desde temprano, los bloqueos de calles en San Pablo fueron realizados con la quema de gomas: en el centro de la ciudad hubo 16 detenidos por cortar la estratégica Avenida Sao Joao, en medio de una represión policial que había sido anunciada por el gobernador Geraldo Alckmin, un aliado de Temer y precandidato presidencial. La falta de trenes, metro y autobuses paralizó a la mayor ciudad del país y otras 24 capitales de estados. 
 

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