31 de Marzo de 2017 - 16:20

Hacen lugar a la quiebra contra Tiempo Argentino y citan a Szpolski y Garfunkel

La Cámara Comercial hizo lugar al pedido de quiebra contra la editorial de Tiempo Argentino y citó a Matías Garfunkel y Sergio Szpolski para que expliquen los salarios, aguinaldos y aportes adeudados desde diciembre de 2015.

La Sala A de la Cámara Comercial hizo lugar al pedido de quiebra realizado por los trabajadores del diario Tiempo Argentino contra BalkBrug S.A., la empresa propiedad de Matías Garfunkel y Sergio Szpolski, que estaba a cargo de la edición del matutino. 

La quiebra fue solicitada por Alfonso de Villalobos, Claudio Mardones y Alejandro Wall, en su calidad de empleados y delegados de la cooperativa "Por más tiempo" en Balkbrug S.A., como consecuencia de los salarios, aguinaldos y aportes adeudados por la empresa desde diciembre de 2015 a marzo de 2016.

Los camaristas Alfredo Kölliker Frers, Isabel Míguez y María Elsa Uzal consideraron que “lo que obsta a dar curso al presente pedido de quiebra del modo pretendido por los accionantes es la falta de legitimación de estos para peticionar por los derechos individuales de la totalidad de los trabajadores que aquellos pretenden representar en este trámite”, por lo cual el Tribunal hizo lugar al pedido de Villalobos, Mardones y Wall por los perjuicios que sufrieron individualmente. Además, citaron a Garfunkel y Szpolski para que den explicaciones sobre las obligaciones impagas.

De esta manera, ese Tribunal revocó la decisión de la jueza de primera instancia e hizo lugar al dictamen de la fiscal Gabriela Boquín.

La fiscal general ante la Cámara Comercial, la misma que cuestionó el acuerdo entre el gobierno nacional y el Correo Argentino, dictaminó a favor del pedido de quiebra presentado por los empleados. La representante del Ministerio Público Fiscal dio además intervención a la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC), "en virtud de que los hechos denunciados podrían configurar un accionar delictivo".

A pesar de la conciliación iniciada ante el Ministerio de Trabajo y del ofrecimiento de los representantes de la empresa de un plan de pagos, el compromiso fue incumplido, por lo que los empleados pidieron la quiebra al concluir que la empresa no dispone de los medios económicos para afrontar las deudas.

El Juzgado en lo Comercial Nº 23 rechazó la quiebra al considerar que la documentación presentada "no era suficiente para probar el crédito".

Boquín consideró en su dictamen que debía continuarse el trámite de la quiebra ya que "estaba probada la calidad de acreedores y el crédito de los peticionantes, la mora de Balkbrug para cumplir con sus obligaciones y el supuesto de ocultación o ausencia del deudor sin dejar representante con facultades y medios para cubrir la deuda".

 

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