Tweet 0 COMENTARIOS

Por Antonio D'Eramo

Desde el lunes 4 y hasta el jueves 7, sesionará en Buenos Aires, una convención organizada por la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE); el Banco Interamericano de Desarrollo (BID); y el ministerio de Energía y Minería de la Nación. La semana de la energía cuenta con paneles de primer nivel donde se analiza la actualidad del sector en la región y la diversificación de la matriz energética. A estos temas hay que sumar los compromisos asumidos por muchas naciones para trabajar contra el calentamiento global. El cierre será entre el miércoles 6 y el jueves 7 cuando se reúnan 27 ministros de energía que conforman la OLADE. Precisamente, los funcionarios que responden al ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, han tenido participación previa en los distintos paneles donde se han analizado las perspectivas para la política energética de la región.

En ese sentido, los funcionarios principales fueron el secretario de Energía Eléctrica, Alejandro Sruoga y el subsecretario de Exploración y Producción de O&G, Marcos Portea. La exposición de Sruoga determinó que que “un eje central de la gestión de Gobierno consistirá en tumbar las barreras políticas, regulatorias o de protección de industrias para encontrar los beneficios económicos de la integración energética. La Argentina está volviendo a salir a América Latina", aseveró Sruoga al explicar que para el Gobierno nacional "aislarse de la región hace más caro el desarrollo, porque si se logran buenos acuerdos e interconexiones se pueden compartir reservas y contar con un sistema más barato, pero eso depende de una visión integrada", sostuvo el funcionario.

En lo que respecta al mercado del gas, el subsecretario Marcos Porteau aseguró que la Argentina se encuentra "en el proceso de que Vaca Muerta llegue a ser competitiva a nivel global, luego de salir de una primera fase de 2012 a 2016 que fue de descubrimiento y testeo del recurso".  A ese período marcado por altos costos de desarrollo, que en los últimos dos años cayeron significativamente y que continúa en esa fase de reducción, debe seguir el esperado desarrollo masivo del recurso, agregó a Minuto de Cierre. "Es en este proceso que comenzamos que viene la fase de desarrollos comerciales masivos para lo cual necesitamos un espacio de demanda para absorber esa producción creciente de gas, y ahí es donde entra a jugar el valor de la integración regional para la Argentina", aseveró Porteau. Por ello, sostuvo que la visión del Gobierno es que ante una demanda local muy marcada por la estacionalidad con picos altos durante el invierno, "el sector ve la oportunidad de desarrollar el shale gas con una demanda razonablemente estable a lo largo del año, por lo que se necesita agrandar la torta y empezar a cubrir la necesidad regional como fue en el pasado".

De vuela al análisis del sector energético explicado por Alejandro Sruoga, el funcionario detalló los beneficios concretos en la vida diaria de los habitantes de nuestros países si se posibilita una integración energética regional. "Todo es más barato y es más conveniente para la gente si se hace integrado" aunque admitió que "el problema es si subsisten resquemores políticos o intereses corporativos de la industria de alguno de los países en capturar las rentas". El secretario planteó que el sector "no es un solo producto y un solo servicio sino que con la incorporación de las energías renovables se abren necesidades de recursos de almacenamiento o de máquinas térmicas para su respaldo, lo que genera productos y servicios que se pueden compartir. Puede pensarse así en procesos de intercambios compensados en que un país le ofrezca a su vecino sus excedentes y reciba a cambio los servicios o recursos en los cuales tiene algún déficit", afirmó, como ejemplo de un esquema que se puede trasladar a los vínculos que el país mantiene con sus vecinos limítrofes.

EL PLAN ENERGÉTICO NACIONAL QUE PRESENTARÁ ARANGUREN

En este mismo escenario, Aranguren, es anfitrión de 27 ministros de energía de la región y tiene planeado presentar el plan nacional del área como ha prometido realizarlo en acuerdo con lo pactado con las administraciones provinciales. Un plan que tendrá dos grandes ejes y que prestará atención a los acuerdos que el Estado argentino ha firmado para combatir el calentamiento global. El Acuerdo de París es, desde luego, el más trascendente. 

El primer gran eje está relacionado con el desarrollo de la cuenca de Vaca Muerta. La gran apuesta de la administración de Macri en materia de inversiones. El desarrollo masivo de los recursos hidrocarburíferos no convencionales (de Vaca Muerta y otras eventuales formaciones). Y, también, la posible incorporación de reservas surgidas de la exploración petrolera y gasífera off shore (costa afuera) y los avances de la cuarta y quinta plantas nucleares. Al resaltar el impacto que puede tener el desarrollo masivo de Vaca Muerta para los países del Cono Sur, el subsecretario de Exploración y Producción de O&G, Marcos Portea,afirmó que "el incremento de la oferta regional va a permitir a la región reducir los costos de la energía y va a permitir a todos los países vecinos el acceso a una energía competitiva".

El otro eje que presentará Juan José Aranguren, será el más novedoso porque explorará energías alternativas. Para ello, se hará hincapié en la normativa para alentar el desenvolvimiento del uso de los recursos (particularmente eólicos y solares fotovoltaicos). El plan alentará, además,  la investigación y el desarrollo de otras fuentes de energía no tradicionales como la geotérmica, mareomotriz, undimotriz (también llamada olamotriz y que representa la energía obtenida por el movimiento de las olas) e hidrógeno, que en algunos casos podrían ser económicamente atractivas y que ofrecen gran potencial para el mediano plazo.

Un plan que oscila entre propuestas que van desde, políticas de incentivo de la eficiencia energética; una mayor preponderancia de las energías renovables; el análisis de las políticas ante la disminución de las reservas de gas y petróleo; y la apuesta por los hidrocarburos no convencionales.