06 de Noviembre de 2017 - 12:37

"Family Video", el videoclub que se hizo millonario en plena "era Netflix"

Cuando todos creían que en la era digital los videoclubs terminarían por desaparecer, un estadounidense encontró la fórmula para construir un imperio alrededor del alquiler de películas.

Keith Hoogland, tiene 57 años y una enorme fortuna que ha logrado invirtiendo en un negocio en el que hace ya tiempo nadie hubiera pensado en poner un pie: el alquiler de películas.

Cuando las grandes cadenas de su sector empezaban a cerrar las persianas, golpeadas por la llegada de internet, este hombre de Illinois, Chicago, pensó que en lugar de tirar la toalla era hora de redoblar los esfuerzos y buscar una nueva vía para que su empresa familiar lograse subsistir en la era digital.

Después de una serie de ajustes, sus esfuerzos no tardaron en dar frutos. Tanto es así que Family Video, el nombre de su imperio que cuenta con casi 760 sucursales repartidas a lo largo y ancho de Estados Unidos y Canadá, ha facturado en el último año más de 400 millones de dólares según la revista Forbes.

La fórmula que explica el éxito de Hoogland está dada, en primer lugar, por la ubicación estratégica de sus locales: todos ellos emplazados en zonas rurales donde el acceso a la banda ancha es considerablemente menor a la de las grandes ciudades.

Después, tanto el trato personalizado como los precios accesibles son otros dos de los caballitos de batalla con los que este apasionado de los negocios busca seguir compitiendo contra gigantes de la talla de Amazon y Netflix.

Además de las promociones atractivas, Family Video ha entendido desde el comienzo de su existencia lo importante que resulta en este negocio que el cliente vuelva. En este sentido, todas las familias que se desplazan hasta sus sucursales para alquilar películas pueden llevarse títulos para niños sin costo alguno.

“Si vienes a nuestras tiendas un viernes o sábado a la noche, podrías sorprenderte de la cantidad de gente que hay”, explicaba Hoogland a Forbes en una entrevista reciente haciendo referencia al éxito de su empresa. “A la gente le gusta la experiencia. Es como ir a tomar un café”, agregaba. La estrategia de este empresario nostálgico parece ir viento en popa y todo indica que al menos en el corto plazo su imperio seguirá gozando de buena salud.

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