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Por Antonio D'Eramo

Cuando asumió Oscar Aguad en reemplazo de Julio Martínez en el ministerio de Defensa, escribíamos desde estas páginas, la sintonía fina entre el ministro cordobés y la ministra de seguridad Patricia Bullrich. Si bien, Oscar Aguad esta atravesando unos días que ponen en jaque su estatus dentro del gabinete nacional, el Presidente Macri no le ha retirado su apoyo y posa su mirada sobre la actuación del Almirante Marcelo Srur y la cadena de mando de la Armada por la desaparición del submarino y su tripulación.

Esta buena relación entre Bullrich y Aguad se explica por la necesidad de darle un rol más activo a las Fuerzas Armadas, luego del descenso a los infiernos que significó la última dictadura militar y la derrota en la guerra de Malvinas. Después de 1983, la Argentina logró condenar a los infames militares que mancharon el uniforme de los libertadores del siglo XIX. Pero, decisiones legales como la Ley de Seguridad Interior de 1991, impide, taxativamente, que los uniformados actúen en asuntos internos. Esta ley impide, además, que las Fuerzas Armadas puedan equiparse y capacitarse para desarrollar tareas de seguridad en dos expresas circunstancias: Estado de Sitio y solicitud de comité de crisis. Dos puntos que representan hipótesis de conflicto plausibles. Hay que recordar que el Presidente Fernando De La Rúa se animó a declarar un estado de sitio a comienzos de este siglo.

La otra variante legal que impide a las FF.AA. desempeñarse en el suelo nacional y que representó un golpe mortal a la posibilidad de cumplir un rol activo en la sociedad, fue el decreto 727/ 2006, firmado por Néstor Kirchner y por la ex ministra de seguridad, Nilda Garré. Ese decreto, aún vigente, expresa la limitación del empleo de las FF.AA. (Fuerzas Armadas) únicamente ante "agresiones de origen externo perpetradas por fuerzas armadas pertenecientes a otros Estados". Sin hipótesis de conflicto probables el ataque externo se transforma en una cuestión hipotética ubicada entre los juegos de guerra y las novelas de ficción política.

Por ello, liberada la región del cono sur de una carrera armamentista entre Brasil, Chile y Argentina, y bautizada en el orden mundial como una "región de paz", se impone la necesidad de redefinir el rol de los militares en nuestro país. Este debate, que el Gabinete se ha planteado mas de una vez, y que se impulsó con la asunción de Oscar Aguad, podría verse perjudicado por la desaparición del submarino ARA San Juan y de su tripulación. Sin embargo, precisamente por las condiciones presupuestarias de las FF.AA., el debate en la opinión pública y, luego, en el Parlamento podría acelerarse.

No puede entenderse de otra manera las declaraciones del viernes 24, del presidente provisional de Senado y miembro fundador del PRO, Federico Pinedo, acerca de un cambio de rol para los militares. Pinedo sostuvo: "el abandono de los equipos de armas fue una cosa espantosa durante el gobierno kirchnerista y hubo una negación de la política para ocuparse del tema de la defensa". El presidente provisional del Senado añadió, "la política tiene una deuda grande en el hecho de no haber pensado cuál es el objetivo de las fuerzas armadas". Y, sostuvo que la gestión de doce años de las presidencias kirchneristas, fueron abiertamente, "anti militar".

Desde la oposición Fernando "Pino" Solanas, senador por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, expresó: "Esta tragedia no es un tema de este gobierno sólo. Desde el advenimiento de la democracia, se le facturaron a las Fuerzas Armadas todos los errores del pasado y la etapa monstruosa que habíamos vivido: la dictadura militar y económica", consideró Solanas en diálogo con radio Télam. El senador de Proyecto Sur cuestionó el hecho de que "rara vez se reúne la Comisión de Defensa que integro y que preside el radical Ernesto Martínez en el Senado" y aseguró que "no hay decisión política de que se discuta ningún tema que no sea el que le interesa las mayorías. Vamos a exigir un debate profundo",  y calificó como "inadmisible que las Fuerzas Armadas estén abandonadas y estigmatizadas, y son el reflejo de las conducciones políticas que tienen.

Por ello, en la reunión del Presidente Macri, con el Jefe de Gabinete Marcos Peña y sus ministros coordinadores Gustavo Lopetegui y Mario Quintana que se desarrolló en Olivos esta tarde, a pesar de las restricciones presupuestarias y de la actualidad que conlleva la desesperación por conocer el paradero del submarino perdido, el tema volvió a estar sobre la mesa. Un primer curso de acción será derogar el decreto firmado por Néstor Kirchner y un segundo curso de acción será la recomposición presupuestaria de las fuerzas armadas argentinas.