20 de Octubre de 2017 - 18:44

Río Turbio: El “monje negro” trabajó para amigos de Boudou y responde a Costa

 

Una mina que no produce carbón, una central energética parada, dos pueblos que dependen de ello, y una decisión central: reactivar o achicar. Ese es el dilema de Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT) y los dos pueblos que dependen de ella: el homónimo y 28 de Noviembre.

En la visita que realizó allí hace una semana, el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, lanzó dos ideas que resultan inquietantes para quiénes conocen el tema: que YCRT sea rentable y eficiente (algo lógico pero muy lejano hoy), y la separación en dos empresas de mina y central energética.

Esto último, que parece una simple idea, puede ser el origen de inminentes y masivos despidos en un staff de 3.700 trabajadores. Por una razón de fondo: reactivar la producción de carbón puede ser relativamente rápido, más la generación de megavatios de energía es más compleja por distintas razones (incluyendo la ambiental).

En este escenario, aparece un personaje clave, que por momentos parece operar por encima del interventor y coordinador general de la empresa (1 y 2 respectivamente): el contador Orlando Rondinella, a quien ya llaman "el monje negro" tanto desde el personal jerárquico de la empresa, como entre los trabajadores. 

“Es el hombre clave para los despidos y acuerdos que habrá que hacer con el gremio”, cuenta una fuente de la empresa estatal minera. De todas formas, una curiosidad bien típica de la Argentina, para esta desagradable tarea de echar trabajadores, Rondinella habría comenzado por contratar a dos personas de su confianza: el sobrino Gustavo Tabasco y un abogado que lo sigue en sus emprendimientos.

El secretario general de Luz y Fuerza Cuenca Carbonífera, cuando denunció posibles despidos, en junio pasado, afirmó que “el abogado Luis Cucuzza y el contador Orlando Rondinella” no sólo representan a YCRT en la mesa de diálogo con los sindicatos, sino que también están “puestos por el Gobierno Nacional”.

Además de esto, Rondinella arrastra dos antecedentes que preocupan más a los gremios. El primero, que habría sido un contador clave en el grupo económico London Supply, de los hermanos Taratuty, los mismos que levantaron la quiebra de Ciccone para quedarse con la empresa que imprimía los billetes en la Argentina. Siempre se dijo que los Taratuty, dueños de aeropuertos y free shops en El Calafate, Ushuaia o Iguazú, son amigos de Amado Boudou.

Más allá de este antecedente kirchnerista, Rondinella sería también un contador de confianza de Eduardo Costa, el hombre fuerte de Cambiemos en Santa Cruz, que este domingo ganará la elección a senador nacional y probablemente sea gobernador de la provincia desde 2019.

“Eduardo nunca creyó en la viabilidad de Río Turbio, pero por una cuestión política no puede decirlo”, señaló Rafael Flores, un ex diputado nacional que fue kirchnerista y huyó espantando cuando Néstor era gobernador.

Desde la Casa Rosada, además, se habla de “darle la generación eléctrica de Santa Cruz a Costa”. Aunque sin mayores precisiones sobre si esto se haría en su rol público o privado (Costa es el empresario más rico de Santa Cruz, tras la caída de Lázaro Báez).

Con estos antecedentes, el temor instalado en Río Turbio es que Rondinella venga con el lápiz rojo y haga el trabajo sucio de despedir personal. En junio, este contador había dicho que el puerto y el ferrocarril que llevan carbón y maquinaria desde Río Turbio hasta Río Gallegos eran inviables, lo que inevitablemente significaría despidos.

Pese a esta búsqueda de eficiencia concentrada en la reducción de trabajadores, se sospecha que Rondinella manejó dos decisiones que pueden ser consideradas ineficientes para la empresa estatal. Por un lado, la venta como chatarra de material a bajo costo, que en muchos casos incluía maquinaria reconvertible y valiosa. Además, una contratación directa por $ 30 millones de ropa de trabajo a la firma Zonda Safety Gear. Esto llamó la atención por dos motivos: la mina está parada, lo que hace innecesaria esa compra; y además lo ideal era una licitación.

Con esta impronta, y el apoyo del Gobierno Nacional y de Costa, Rondinella se vuelve más poderoso en Río Turbio. Hasta se dice que en algunas decisiones desplazó al interventor Omar Zeidán y al coordinador Sergio Lumachi.

 

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