10 de Octubre de 2017 - 20:03

El poderoso representante, ante un dilema: crecer o volverse más prolijo

Llevó a Benedetto a Boca, tiene técnicos de equipos grandes, y hasta dicen que tiene una marca de ropa deportiva. Pero Christian Bragarnik enfrenta dos temas de fondo: la AFIP lo fiscaliza más que antes, y además de éxitos puede empezar a producir descensos.

En el imaginario argentino, como representantes de jugadores poderosos están identificados Jorge Cyterszpiler (ya fallecido), Settimio Aloisio, Gustavo Mascardi, un bajo perfil como Marcelo Simonián o el mediático (ya más que futbolístico) Guillermo Cóppola. Pero ninguno de ellos llegó a la concentración de jugadores y técnicos que hoy ostenta Christian Bragarnik.

Este emprendedor serial comenzó con la representación del poco recordado Mariano Monroy (un volante de Arsenal de Sarandí), hasta llegar hoy a ser el representante de los directores técnicos de los dos grandes de Avellaneda (Diego Cocca y Ariel Holan), Jorge Almirón (Lanús), Lucas Bernardi (recién nombrado en Estudiantes) o Gastón “El Gato” Coyette (Chacarita).

“Fue el primero en darse cuenta de la nueva clave del negocio: teniendo a los técnicos, sus jugadores siempre van a tener buenos contratos y/o vidriera”, apunta un funcionario que lo investigó y pide reserva de su nombre. A lo largo de los últimos años, Bragarnik le armó el plantel de Huracán a Antonio Mohamed (con quien terminó peleado); Godoy Cruz y Racing a Diego Cocca; Defensa y Justicia, luego Independiente, a Holan; el “Rojo” de Avellaneda y Lanús a Almirón; y ahora Chacarita en manos de Coyette.

Todo ello, sin contar que tiene varios jugadores del campeón Boca Juniors. Una puerta que le abrió de par en par su presidente, Daniel Angelici, tras el acierto de recomendarle al goleador Benedetto. Bragarnik representa a varios jugadores xeneixes, y no sólo al 9.

De modo paradójico, o esperable, tanto crecimiento empieza a generarle problemas a Bragarnik. El peor de todos, es que tiene inspectores de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) en su oficina, de modo permanente hace un mes. "Están analizando el contrato de todos los jugadores, uno por uno", cuenta una fuente de la investigación. Casualidad o causalidad, el mayor control de la AFIP sobre Bragarnik coincide con la caída en desgracia de Jorge Gustavo Arce, el ex hombre fuerte de la Dirección Regional Metropolitana Sur.

Arce atraviesa una auditoría de la AFIP en la que se le detectó un crecimiento patrimonial desmesurado. Y hasta se habla de una denuncia del organismo contra él. Aunque Bragarnik se jacta de su habilidad (“yo soy crack” suele repetir) y dice que paga los impuestos como corresponde; aún hay un Reporte de Operación Sospechosa (ROS) contra él, en el cual se lo acusa prácticamente ser testaferro o socio de Jorge Hank Rohn, un mexicano que fue alcalde de Tijuana, tiene denuncias por delitos varios, y cuya familia maneja el club Xolos de Tijuana, donde el representante argentino ubicó jugadores y técnicos.

Por otra parte, Bragarnik tuvo que enfrentar judicialmente a un DT que le reclamó indemnización como responsable solidario del club que gerenciaba (formal o informalmente): Ricardo Caruso Lombardi y Arsenal de Sarandí. Los abogados del DT y del representante no llegaron a un acuerdo judicial, pero siguen negociando. El problema, para Bragarnik, es sentar jurisprudencia. Si cada DT que resulta echado de un club de su influencia le hace juicio, va a necesitar un estudio de abogados propios. Además del dinero que debería destinar a esas indemnizaciones.

Por otra parte, así como ayudó al ascenso y permanencia en Primera División de varios clubes (Defensa y Justicia o Arsenal), Bragarnik puede empezar a ser el hombre señalado de descensos el final de esta temporada. Tanto Arsenal (que además le debe dinero) como Chacarita están comprometidos con el promedio. Sumado a ello, como segundas partes no siempre son buenas, la vuelta de Cocca a Racing, con muchos jugadores de Bragarnik, está arrojando pobres resultados deportivos en un club grande. 

Bragarnik despertó el enojo de algunos dirigentes de "La Academia". Y también de Chacarita. Allí, apenas tomó la representación del DT Coyette, logró que le duplicaran el sueldo de $ 200.000 a $ 400.000. Un premio al técnico que logró ascender al club de San Martín, pero también un gasto que paga el club.

Para colmo, de los jugadores que Bragarnik llevó a “Chaca” vía Coyette, ninguno está rindiendo. “Nos trajo una banda de muertos que poco pueden hacer por salvarnos del descenso, y encima el técnico les da oportunidades”, se queja –off the record- un ex dirigente del Funebrero.

En cuanto a la ropa deportiva, una interesante apuesta, en el mercado futbolístico se comenta que Bragarnik es el dueño de Sport Lyon, la marca que viste a Defensa y Justicia, Temperley (dos clubes muy ligados a él), como también de Boca Unidos, Almirante Brown, y equipos de distintas categorías del ascenso. Aunque él lo desmiente de modo tajante: "Es de unos armenios que visten a Defensa y Justicia" apunta. El que figura como presidente de Sport Lyon S.A. es Eduardo Gustavo Kochian. Como vicepresidente está Eliseo Marcelo Cosenza, y luego aparecen directores titulares y suplentes. La empresa fue constituida el 13 de enero de 2015, con un capital de apenas 12.000 pesos, que un año después elevó a $ 120.000. Y ya vende desde camisetas hasta indumentaria oficial (chombas, remeras de entrenamiento, etc.) de ocho clubes, incluyendo dos de Primera División.

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