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Por Antonio D'Eramo

El diálogo en la sede de la ASAP, donde se trabaja realizando un seguimiento exhaustivo de las modificaciones presupuestarias, se produjo en lo que llamaríamos la "temporada alta" para los profesionales que integran el organismo que, desde 1977, monitorean las cuentas públicas. El economista de la UBA, Rafael Flores, en su segundo mandato al frente de la ASAP, despliega una radiografía de lo que se esconde detrás del Proyecto de Presupuesto para el 2017.

. ¿Cómo caracteriza el Presupuesto que están analizando los legisladores y que remitió el Ministro Prat-Gay?

"Lo primero que se puede decir del Presupuesto es que es realista, y eso no es un detalle menor con las experiencias que tuvimos en los últimos años donde las estimaciones de gasto estaban muy por debajo de lo que se sabía que iba a pasar. Donde los presupuestos macroeconómicos como la inflación, el crecimiento, también estaban distorsionados y eso producía que la actividad legislativa se diera sobre parámetros que estaban muy alejados de la realidad. En este proyecto uno, puede estar o no de acuerdo, puede decir que la pauta de inflación parece muy optimista ( 17% para el 2017) lo mismo que el número de crecimiento de 3,5% del PBI, Pero son objetivos alcanzables. Esto es para destacar porque se da sobre una base mas objetiva. El segundo punto a tomar en consideración esta relacionado con el cambio de la estrategia fiscal del gobierno de los primeros meses de gestión que tendía a un ajuste muy fuerte del déficit del presupuesto del año 2017. El Ministro había anunciado que durante el próximo año se iba a reducir el déficit fiscal 1,5% del PBI. Ahora, esa reducción es de apenas del 0,3% del PBI. Esto significa que el gobierno ha decidido adoptar una estrategia mucho más gradual del ajuste del gasto público"

. Pero al estar el gobierno empeñado en reducir la inflación, controlando la emisión monetaria, sólo queda  el fondeo exterior. ¿Es saludable para nuestra economía tomar deuda?

"Cuando el Estado tiene déficit fiscal debe compensarlo de alguna manera. El financiamiento vía Banco Central y emisión monetaria terminó llevando a una tasa de inflación muy alta y el gobierno ha decidido cambiar eso y la forma en que lo está reemplazando es por endeudamiento externo. Entonces, que haya un enfoque mas gradual de la reducción del déficit fiscal, que el gobierno decida no hacer un ajuste no tan fuerte bajando el gasto público implica que vamos a tener que endeudarnos para poder sostenerlo. Pero creo que la deuda en sí no es un problema tan serio si esto dura poco tiempo. Es decir, si el gobierno ha decidido endeudarse y mantener un déficit fiscal alto porque la idea es consolidar la recuperación económica y, recién después, en un momento de crecimiento, ajustar el gasto público, entonces nos parece una postura razonable que va a permitir manejar mejor las cuentas públicas. Pero, si se continúa sin bajar el gasto desde el 5% del PBI actual, en el mediano plazo, sí nos dirigiremos a una crisis de deuda".

El titular del PJ y Diputado en diálogo con Minuto de Cierre aseguró que "garantizarán la gobernabilidad aprobando el Presupuesto pero con cambios que puedan introducirse".

. En la bancada del PJ se habla de cambios en ganancias ante la presión sindical. ¿Cuánto ruido puede hacer la modificación del piso desde el que se paga ganancias en el debate del Presupuesto?

"Mucho porque se trata de un problema que genera cortocircuitos en varios sentidos. En principio, el Presupuesto no contempla ese ajuste como tampoco una modificación en las retenciones. Si se implementaran esos cambios el déficit fiscal sería más amplio. Pero por otro lado, también hay una puja política entre distintos sectores porque, claramente, los sindicalistas de la oposición presionan para corregir ganancias pero los gobernadores, del mismo partido, no quieren que ese ajuste en ganancias sea muy fuerte porque es un tributo que se coparticipa en su totalidad e, inmediatamente, las provincias recibirían menos fondos. Entonces, ahi va a haber que hallar un equilibrio entre los intereses de los sectores en pugna. Ganancias es un impuesto que hay que modificarlo, pero es un impuesto de los mas justos que tiene la Argentina porque grava más a los sectores de mayores ingresos y, se ha distorsionado tanto con la inflación, que una persona que empieza a pagar el impuesto rápidamente está en las escalas superiores y tiene que hacer un aporte del 15% o 20 % de su sueldo, cuando en realidad, son ingresos que no justificarían esa imposición"

. La eliminación de los "superpoderes", que se sancionaría por afuera de la ley de Presupuesto, ¿traerá más dificultades al Poder Ejecutivo a la hora de gestionar?

"Sería una excelente noticia que se implementara este cambio. En el año 2006 se modificó la ley de administración financiera para darle más poderes al ejecutivo a través de la figura del Jefe de Gabinete, y, entre esto, y lo que decíamos antes, acerca de las pautas que se enviaban al Congreso y lo que finalmente se terminaba ejecutando con diferencias de más de un 30 % en el año 2014. El Presupuesta estaba totalmente distorsionado como herramienta de discusión. Y estamos hablando de lo que el Estado va a hacer con el dinero que nos pide a todos los argentinos entonces, yo creo que es muy imoportante que el Gobierno haya enviado un proyecto realista y modifique los superpoderes acotando la discrecionalidad del Ejecutivo para modificar partidas sería una excelente noticia. El Congreso también puede establecer mecanismos para que el Ejecutivo tenga posibilidad de contar, si lo necesita, con modificaciones presupuestarias rápidas. Por ejemplo, en la Ciudad de Buenos Aires, esta contemplado que el Ejecutivo puede modificar hasta el 5% del Presupuesto y, si quiere hacer una modificación mayor debe solicitarlo en la Legislatura. Esto asegura rapidez en la gestión".

. Desde la ASAP vienen monitoreando la implementación de los gastos en la Provincia de Buenos Aires. ¿Cómo están las cuentas de un Estado muy endeudado pero, triste paradoja, el más rico del país?

"La Provincia de Buenos Aires tiene problemas estructurales en su funcionamiento en las cuentas públicas. Cuando se hizo el acuerdo de la coparticipación en el año 1988 fue la gran perjudicada. Terminó cediendo cerca de 8 puntos de coparticipación y eso se nota. En ese sentido, creo que hay que ir mas allá del caso de la Provincia de Buenos Aires y hay que encarar la discusión acerca del financiamiento de Nación y Provincias en su conjunto. Definir cuales serán los roles de cada estado y sus mecanismos de financiamiento. Y, hay que definir, un criterio de reparto objetivo entre las distintas provincias. Esta es una tarea muy compleja y es difícil hacerla en un contexto recesivo. Mientras tanto hay que buscar alguna solución puntual para la provincia de Buenos Aires porque tiene una cantidad de demandas enormes en políticas sociales y de obras públicas, donde hay un atraso fenomenal, y al mismo tiempo, no tiene recursos para esa paliar esa demanda. Hay que prestar especial atención a la situación de la provincia de Buenos Aires"